lunes, 28 de diciembre de 2009

Tinta Cuarta: EXTRAÑOS APARTADOS (post – 21)

(EN LOS DÍAS NUEVOS)


- Hola, ¿haz venido a verme?
->… yo, de cierta manera… creo que te extraño.

Ha caído la noche en la ciudad, son más de las doce y a pesar de que vengo de afuera, de muchas horas de caminar, me las he arreglado para sacudirme el cansancio y rebuscar entre mis cosas una hoja de papel y algún gastado lapicero por los cuales pueda escribir. Pues hoy, ahora, siento la imperiosa necesidad de escribir y sorprendentemente en mi afán de encontrar la precisa materia que me permita hacerlo me he topado con viejos cuadernos en cuyas esquinas y hojas finales he hallado viejos escritos, viejas canciones, poemas e historias; dibujos y cuentos que solía escribir hace tiempo ya, en mi época de colegio, y siento como si hubiera chocado conmigo mismo, un (mi) yo de tiempos no muy lejanos y tengo curiosidad de buscarme en ellos. Asi que antes de tomar estos nuevos deseos por escribir y antes de comenzar esta segunda temporada tengo curiosidad de leerme a mi mismo, como era, tengo ganas de recordarme…

Es más allá de la una de la madrugada y no tengo sueño todavía, leer mi pasado y tratar de conjurar el momento exacto en el que lo escribí ha resultado más motivador y confusamente placentero de lo que esperaba. Me he arrancado a mi mismo un par de risas, unas cuantas manos a la cara y algunos ceños fruncidos por las cosas que escribía impetuosas y atontadamente profundas, pero las miro con ternura, la ternura con la que un joven contempla sus juguetes de niño. Cojo ahora alguna de esas hojas opacas y me pongo a escribir ya no quiero prescindirme más pues ayer, atraído por una de mis tantas cavilaciones tempranas estire la mano para zambullirla en mi bolsillo derecho en busca un pedazo de hoja y un trajinado lápiz, objetos que un recurrente escritor siempre debe tener cerca, mas esta vez mis manos en los bolsillos solo pudieron encontrar mis propios dedos (pues dije que descansaría estos días), lamentable accidente de resguardar mis ideas en la escuálida tela de mis memorias, tan traicioneras siempre y ya que aún hay emociones que no quiero olvidar y palabras a las que no renunciare por amor a ellas y a mi vaga promesa de poder decirlas algún día volveré a escribir

Quiero volver a escribir, volver a postear; porque quiero leer nuevas historias (y renovar pasadas), porque extraño la posibilidad de pensar que a través de estos escritos aquellas personas que quiero y que desearía querer piensan en mí, que me recuerdan, que me buscan y aunque no sea cierto la sola idea reconforta tibiamente mi ánimo y me es suficiente para volver a escribir, porque no puedo alejarme totalmente de mis pensamientos, no puedo dejar de crear, de imaginar ni de imaginarme extraños apartados cada vez que salgo a caminar por las calles, cada vez que me mire al espejo, además aún creo poseer algo de aura sobre el cuerpo, algo de nieve en las manos y muchas otras sensaciones más que reconocer y espero tener las precisas experiencias para vivirlas, espero un capitulo dos aún mejor que el capitulo uno y comienzo una segunda temporada con la intención y el destino de un cosmonauta.

Nota a pie de página 1: Si, he vuelto.

Nota a pie de página 2: Por si les es dificil adivinarlo el Capítulo 1 se llamaba Anhelante Azul.


--------------- Segunda Temporada ---------------

CapÍtuLo 2: COSMONAUTA

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Escritos de Ensoñación Nº 4: ANHELANTE AZUL (post- 20)

(EN LOS DÍAS FINALES)


"Sublimado estoy ante la enormidad del cosmos, ante la inmensidad de ideas, de sentimientos, lo que el hombre no sabe explicar y atribuye a una fuerza superior que tampoco sabe nombrar. Magia que llega a mis ojos y nubla mi vista. Ah… mi percepción se confunde y mi atención se diluye en múltiples ideas de múltiples personas aunque todas sean las mismas y yo sea el diferente, aunque la ausencia que sienta de ellas no sea otra cosa que mi presencia vacía, quisiera abandonar mi intermitencia a esos momentos, quisiera encontrarte cerca a mi, pues no hay calor en la distancia y si cambiaras tu mirada por la mía entenderías que lo que me separa de mi es el reflejo de una luz y de un destello azul, azul como el mar en la noche, con su tiempo azul, su mundo azul, su anhelante azul, cuando todo alrededor despierte en su oscuridad yo estaré ahí, perdiendo poco a poco mis sentidos, cediendo cada rastro de humanidad, renunciando a mi cuerpo, a mis pensamientos, a todo para poder ver más allá, para abandonarme en su infinito, para comprender y sentir, cuando me haya despojado de todo, que lo que hay más adelante es solo lo que llevo conmigo".


Hoy… yo, Aura, Nieve… somos deseos de una mirada que refleje la luna sobre el mar, de la hermosura del alma sobre el cuerpo, deseos de sentires. Reminiscencias de mis días, aquellas presencias que sorprenden a momentos como el repasar de mi memoria por la tinta que hilvana mis recuerdos. Todo aquello que me mueva y que sea impredecible. Porque como el viento ellas son tan similares a mis ojos y tan diferentes en mi piel. He tenido muchos finales en mi vida pero la mayoría de ellos lleva esta sensación… la sensación del universo, un todo incapaz de mostrarse en partes; la sensación del mundo, un mundo contemplado por una hormiga, una hormiga capaz de volar pero cuyas alas no pueden cubrir todo el cielo, la inmensidad, el vacío. Pero no podría negar la ternura de la vida, una corta historia, el encuentro de tu vida con la mía (a momentos) no podría negar tu atracción innata ni mi impulso natural de seguirte. Lo estúpido que soy cuando te siento cerca… A veces las cosas no tienen que ser para que precisamente sean recordadas, solo basta que sea importante, importante para ti… de tantas formas… Lucido espejo de mis propios anhelos, porque aún te espero (aún te sueño...) Como a los sueños que no se quieren evitar. Porque todo lo que venga a nosotros y nos haga sonreír vale la pena hasta luchar con uno mismo por conseguirlo.


Si, uno siempre ha de conservar aquel temor enamoradizo de la tristeza que visita a momentos, temor de ver acabar los días que aprecio, las personas que quiero… miedos, costumbres en el tiempo que no son más que fragmentos de las personas que un día fuimos, de lo que elegimos sentir y de lo que quisimos cambiar… porque ahora ese chiquillo es un joven caminante y de tonto solo le quedan las recurrentes ganas de jugar a serlo, las palabras en su mente ahora vienen también del corazón y sus frases son ahora frases bonitas, elegantes, cursis y torpes por entero. La belleza del caos, de su fuerza, su intensidad y su fugacidad. De no poder vivir en lo tranquilo y lo estable porque no hay nada que crear allí, no hay nada que mejorar, ni nada que esperar así que entinto primero una disculpa porque aún hay emociones que no sé como sentir. Estoy dudando, titubeando entre lo que podría querer y lo que quiero más y hoy quisiera dibujar mi presencia, hoy quisiera renovar ausencias y es que “tendemos a volar mucho” “sensaciones de magia” pero más allá del viento que se vuelve lluvia y de los días de primavera que no les apetece serlo voy tan ensimismado que suelo olvidarme de lo que es realmente importante y al final termino robando (o rogando) un poco de tiempo, una decisión, una oportunidad, unas palabras del alma. Quisiera escribir cada vez que me acorrale el día, cada vez que me pretende la ilusión, que me conozca otra vez… cuando vuelva a imaginar… Anhelante Azul.


Fin del post… fin del capítulo… fin de la Primera Temporada.


Nota a pie de Página 1: Si, aquí se acaba el blog. Su primera temporada ha terminado y este joven bloguero de 20 años necesita un tiempo para descansar, para olvidarse de sí mismo por una estación porque como quizá intuyeron por ahí, las cosas le fueron mucho mejor a Douma de lo que me fueron a mí porque después de tantos escritos aún hay personas que no me conocen, lo cual lamento.


Nota a pie de Página 2: No sé cuando regrese, no sé si me tome una semana o algunas más, si pueda dejar de escribir y pensar lo suficiente para poder apartarme. Nunca prometo nada que no sea seguro así que solo diré que he de volver cuando desee volver.