martes, 22 de marzo de 2011

--------------- Tercera Temporada ---------------

CapÍtuLo 3: APRENDIENDO A RESPIRAR

domingo, 13 de marzo de 2011

Escritos de Ensoñación Nº 11: COSMONAUTA (post - 60)


Me he arrancado a mi mismo un par de risas, unas cuantas manos a la cara y algunos ceños fruncidos por las cosas que escribía; cuando era adolescente. Impetuosas y atontadamente profundas las miro con ternura, la ternura con la que un joven contempla sus juguetes de niño. No puedo evitar volar la mente y ser irreal, pretender cosas que no pasaran. Aún deseo no enredar tantos sentires. Aún deseo no complicarlo todo.


Cuando era niño creía que las luces de la ciudad eran un regalo de las estrellas que solo podían cambiar de color bajo las luces de Navidad. Si en este preciso momento pudiera sentir como nuevas todas las cosas, me gustaría caminar un poco más bajo la luz de la ciudad… Soñando en pensar poco, en actuar más. No sería mala mi vida si pudiera vivirla así.


Es en días como hoy en los que mi falla de recuerdos hace que me sienta más ligero. Para alguien tan inusitado y orgulloso como yo no hay merito en alegrarse solo de las cosas buenas, es una reacción obvia y natural, mas poder sonreír ante lo malo, ante un problema o un mal día creo que lo hace diferente todo. La nueva inquietud de seguir viviendo. Hoy solo quiero la sola simpleza de un amar por existir. La tan ansiada respuesta a la pregunta ¿A qué velocidad debo vivir… para poder verte de nuevo?


Nunca he sabido mentir. Siempre suele quedarme ese amargo sabor en la boca, que no me gusta. No extraño los besos tanto como extraño el cielo en una noche de verano. No quisiera vivir encasillado, vivir acostumbrado. Me gustaría vivir tranquilo, me gustaría vivir en paz. Me gustaría viajar… De regreso a ti, todo viene de regreso a ti, no depende del viento, del cielo, de la gravedad. El mundo no se rige por las leyes. Todo gira en torno a ti y girando como va el mundo me acosa por completo. Hoy, lo confieso, todo me lleva a ti… Seria más fácil olvidarte si abrazaras a cualquiera. Había tanto por nacer entre tú y yo. Pero aquí me ves, despidiendo un supuesto, una aparente idea; los recuerdos de un futuro que ya nadie puede ver.


Me pregunto que tan equivocado puedo estar, que tan certero soy, cuántas de mis tristes confusiones realmente me pertenecen, aquellas que a la distancia van intentando hacer lo mejor… Tal vez no debería creerme cuando digo que tengo todo controlado… Tal vez hoy extraño la torpeza de mi llanto…


Verte brillar es la mejor manera de sentirme bien. Si tan solo supiera como llevar algo de tu brillo en mis manos, en mis ropas, en mi piel. Tu brillo me hace ser caprichoso, lo sé. Quizá nunca me haya dado cuenta cuan perfecta queda mi mano en tu cintura, que tanto rubor puedo dar a tus mejillas cuando tu piel se funda con la mía, cuando lleve tu beso entre mis dedos. Tal vez tenemos más de lo que el trajín de la vida nos permite apreciar y disfrutar… Mis ojos son cansados, tristes, viejos, transparentes, irritados, con cierto desengaño y algo de profundidad… sin duda una mirada torpe que a veces busca ver más allá… Mis palabras son honestas, son casuales, traen problemas y a veces los enmiendan. Mis palabras son impulsivas, elegantes pero rebeldes; son bien intenciones pero mal entendidas. Mis palabras vienen del corazón pero son desordenadas y suelen llegar tarde. Mis palabras son tontas pero complicadas. Mis palabras son mías y al igual que mi mirada llevan ideas de lo que soy, ideas que se mezclan con el aire, con el timbre de mi voz, con mi rostro y el silencio, con las horas, mi perfume y la estación. Nunca he podido dejar de ser tan errático, cuando joven, aún ahora suelo sentir esa necesidad de ver las cosas pasar. Como una vida tan hermosa puede excitarse en mi mirada. Es curioso pero quizá en los inviernos el alma se duerme un poco por el frió que contienen los heleros, como si el hielo del mundo empozara nuestras almas.


Cómo podría confesar una emoción con los movimientos del cuerpo, transmitir un deseo, un anhelo de felicidad, de complemento. Mi primer impulso natural. Una sincronía de latidos que aún ahora me acompaña cada vez que me detengo. Hubiera querido susurrarle lo mucho que presentía que sería para mí, pero hay cosas que no es bueno decirlas aunque el corazón nos apueste su certeza. El viento que cae en la tierra y la fecunda. La felicidad de dar vida. La máxima expresión de la muerte. Una sonata de invierno. Los primeros prismas de nieve. Una tenue luz filtrada en la frondosidad de las ramas capaz de crear lugares perfectos. Las memorias de un cazador, de un artista, de un viajero. La imaginación de un niño que no sabe de misterios. Un cuenta cuentos, un salvador, un extranjero, un recolector. Coleccionista del mundo… sé que soy un cobarde por cuidar bien lo que siento, pero si me gustaba tanto no es ninguna sorpresa el que haya querido hacerla feliz… No te sientas mal, ese día en la estación, fui yo el que no supo llegar a ti.


Niña de la más linda sonrisa, la más agradable compañía un último beso a los labios del sueño me da la cálida dulzura de comprender tu historia y creo verte por los rincones de la casa antes tuya, quizá esa mujer que dibuja las paredes, que me acompañe ciertas lunas sea parte del soñar; quizá ahora como todo este tiempo, Princesa crayón, te he estado soñando a ti. Tal vez siga caminando por el limbo con tanto placer y dolor como hasta ahora… quizá la incomodidad se vuelva paz. Si ando alucinado, deslumbrado por estrellas de noches que aún no llegan, si hay bondad con maldad en mis besos, si puedo ser muchas personas entre silencios no es nada personal… Por ti soy dibujante, soy escritor, soy escultor…

… Soy el patrio navegante de tus cuerpos, el brío respirar de tus arrullos, silente taciturno, soy tu amante furibundo, la pasión que se derramaba por tus muslos. La esencia que clama tu emoción, la imaginación de tus deseos, los sueños de tus sueños, soy tus mundos en mi mundo, soy mis manos en tus senos, soy tu cuerpo en mis ideas, lo que excita y te incita a verme como soy el tinto trovador de tus serías, el claro postulante de tus nortes, el lúdico creador de tu horizonte, lo inesperado de tus cielos, la rareza de tus nubes, el canto que te cubre cuando vuelas, cuando anhelas, cuando sientas todo lo que escribo no habrá suelo, no habrá tiempo. Cuando llegues hacia mi, cuando veas lo que yo, cuando estés donde yo estoy, cuando alces el universo con la yema de tus dedos, cuando admires las estrellas en el alba, cuando obtengas la visión de un cosmonauta nada morirá, nada acabará tal cual y entenderás que una vida puede ser muchas cosas, puede adoptar muchas formas, puede provocar, puede exaltar, puede imaginar, puede crear… puede eternizar… Las historias que uno cuenta a veces pueden ser verdad…


En estos días no sé exactamente si éste pudiera ser el mejor final para este capítulo, me gustaría creer que finalmente mis historias me han superado pero creo que estoy siendo algo exagerado y que solo estoy algo confundido. A lo largo de mi vida siempre imaginar y crear han sido las formas más puras que he tenido de enfrentarme a la vida. La naturaleza de mi arte siempre ha sido algo cosmonauta. La visión de sentirme tan pequeño ante un universo tan grande ha sido la fuente más fuerte de mi orgullo, tal vez lo que quiero transmitir hoy es eso; la posibilidad de crear un mundo y admirarlo, de viajar por el y de sentirlo tuyo solo al entregarlo. Cosmonauta… Fin del capítulo 2, fin de la segunda temporada…

Nota a pie de página: Me he tardado no? Si, lo sé... creo que demasiado...