jueves, 24 de junio de 2010

Escritos de Fuego Nº 8: BRILLA PARA MI (post – 41)

Nunca ha servido para mi el sentarme a escribir a una hora establecida, sentarme y esperar cual cita pactada a que la chica en cuestión (o la inspiración) aparezca para darle la bienvenida con una falsa sonrisa. Yo no funciono así, prefiero ir sin reloj para inadvertir mis propias emociones, para no ensayar mis palabras; es arriesgado lo sé pero lo prefiero así. No hago cosas que no me gustan, que no quiero aunque mi vida dependa de ello, no me interesa, no lo haré, me gusta más una cita a ciegas. Trato de no mentir, no puedo mantener una sonrisa por más tiempo de lo que siento así que no soy bueno para las fotos, a pesar de lo tranquilo que voy no puedo controlar mis impulsos cuando estoy irritado, cuando estoy contento o ilusionado. No serviría para un trabajo de oficina, para controlar una injusticia o para decirte que estas bien cuando sé que no lo estas; pero cuando te vea brillar no importa la hora, el momento ni el lugar me acercaré a ti, me olvidaré de mi.

Verte brillar es la mejor manera de sentirme bien, de calmarme aunque mis manos no estén en tu cuerpo, aunque tus labios no muerdan los míos y tus bromas no sean para mi, me agrada verte brillar aunque creas que no es por mi por quien lo haces, aunque yo tenga más ganas de conocerte de lo que tú a mi. No te preocupes pequeña no es tu culpa estar confundida, querer sentir que alguien te quiera, aferrarte a los recuerdos, a lo que aún crees sentir, al igual que yo, a veces no podemos ser más que el reflejo de nuestras propias tristezas y aunque nos duelan nos quedamos allí, porque nos acostumbramos, porque lo vemos seguro, porque nos es difícil apartarnos “Porque cada vez que quiero cambiar siento que me equivoco…” No te preocupes pequeña no es tu culpa, al igual que yo, no es mi culpa no poder decirte esto susurrándote al oído mientras te acaricio el cabello, no es mi culpa que tu puedas querer a alguien más, no es mi culpa tratar de olvidarte, no es mi culpa que cuando brillas para mi yo olvide todo el daño que si tengo y no quiera recordar que he de morir, que no quería perdonarte, que no quería ilusionarme de ti.

Admito que aunque lleve el pesar de varias vidas en mi mente no podía evitar sentir el dolor de esta, siempre he tenido vidas apartadas pero sospecho que tu brillo me da esa calidez que me hace estar cerca, que me hace ser egoísta y querer ser el único que vea tu sonrisa y el único que tenga tus besos a un lado, tu brillo me hace ser caprichoso, lo sé, me hace querer llevarme un poco de ti en las manos, si tan solo supiera como llevar algo de tu brillo en mis manos. Quizá lleve un cabello tuyo en mis ropas, quizá esconda un poco de tu aroma en mi piel, quizá ya lleve algo de tu brillo conmigo y no me haya dado cuenta.

Espero que lo que tienes de mi sea suficiente para recordarme todo este tiempo, espero que sea el mejor de todos, el que más te guste, yo quisiera tenerte ahora pero entiendo que primero debes terminar con tus dudas para poder avanzar, si brillas ya para mi en la forma en que lo haces quisiera saber que tanta intensidad puedes alcanzar fuera de tus miedos para entender, entender cuan perfecta queda mi mano en tu cintura, que tanto rubor puedo dar a tus mejillas cuando tu piel se funda con la mía, cuando lleve tu beso entre mis dedos. No te preocupes pequeña, al igual que yo sigue, siente, vive lo que tengas que vivir y brilla para mi, siempre; no lo olvides… brillas para mi…

Nota a pie de página 1: Fue dificil elegir un tema de entre todo lo que paso estas semanas, pero al parecer hice lo correcto.

Nota a pie de página 2: A veces me gustaría postear más de una vez a la semana pero con el fin del ciclo viene un mes de posts sin fechas especificas asi que veremos que pasa...


viernes, 11 de junio de 2010

Escritos de Aniversario Nº 1: PRIMER AÑO (post - 40)


No tengo un pastel, no llevo conmigo un par de regalos, no me han felicitado y tal vez no lo veo necesario y es que no necesito más que una vela para poder festejar el sentirme bien, de tantas ideas que llevaba en la mente comencé a notarlas, a anotarlas… porque eso me hacia sentir bien.

Hoy tengo una de esas alegrías que comienzan en uno y son capaces de llegar a todo un mundo, una de esas cosas importantes que estaba acostumbrado a guardar para mí y que ahora muestro a los demás a mi manera, no he dejado de ser poco sociable, no he dejado de ser callado ni un poco ensimismado, pero todas esas cosas que antes me preocupaban hoy me hacen sentir bien aunque aún tenga formas de las que me hago por completo; sin embargo supongo que cuando todo lo que sienta lleve una oportunidad y cuando pueda realizar todas mis ideas ya no encargaré más las emociones a mi sangre en un papel. Así que está bien tener asuntos pendientes al igual que una vida entera para realizarlos.

Hablando sencillamente me parece increíble todo lo que ha pasado en este año, como he podido ser constante en todo este tiempo dejando de lado mi intermitencia, como empecé con un viejo cuaderno que yo mismo fabriqué y terminé aquí luego de romper su pasta y perder algunas de sus hojas, como me acostumbre a la seguridad del Internet y a los antojos que me daba para mejorar la presentación de mis trabajos, como me emocioné cuando pude googlear el blog o cuando aumentaban las visitas, cuando llegue a las 100, a las 500 a las 1000, como me convencía esforzadamente a mi mismo para publicar mis historias, para darlas a conocer… es increíble todo esto, como increíble será también lo que esté por venir, lo que sea que eso implique.

Soy malo para agradecer (quizá algo orgulloso) así que prefiero apreciar, aprecio mucho las visitas que ha tenido este blog de los diversos países que entraron en el ya sea por curiosidad o por despiste y aprecio más aún a los que se quedaron (un azar algo gracioso) así debería mencionar a Argentina, Bolivia, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, Panamá, Venezuela, como a otros más y por supuesto Perú. Todos los que me leen sin conocerme y encuentran algo de mi en ellos, a los que me conocen y se sorprendieron (o se enredaron) tratando de juntar esas dos imágenes que ellos tienen de mi para comprobar si cuadraban, la verdad es que yo también lo hago a veces y no siempre calzan, pero esta bien eso es muy natural de mi. Supongo que tanto para los que me ven como para los que no, llegar a entender esa confusión, esa diferencia y esa extrañeza que representa el conocerme vendría a ser uno de los motivos más importantes de mi aprecio.

Es gracioso como algunas personas piensan que este blog es escrito por un viejo sensato y filosofo o por lo menos por un adulto bien instruido el que aseguran que no baja de tener 28 o 30 años, bueno no sé si sea una decepción o no pero en realidad no soy viejo, no me importa tanto la palabra adulto y no tengo más de 22 años. Tampoco soy un gran seductor, no me paso horas meditando sobre lo que he de escribir de hecho solo he hablado de tres chicas a lo largo de este año y los escritos casi siempre los hago de última hora. Yo solo trato de escribir las cosas como vienen a mi, trato de enamorarme aunque sea difícil y trato de pensar a momentos para poder sentir un poco más.

A estas alturas el blog parece tener vida propia, yo tenia pensado tomarme un par de semanas luego de mis exámenes finales pero aparentemente algo me empuja a seguir escribiendo, aún tengo muchos temas pendientes y muchas historias que a pesar de mi remanente pudor seguro terminare contando, siendo así me gustaría seguir escribiendo por mucho tiempo más; así que yo seguiré fastidiándolos con estas historias cada vez que ustedes deseen escucharme o leerme. Después de todo llevamos juntos un año, así que tener otro ya no nos parece tan pesado… ¡Felicidades a ustedes por este primer año!

Nota a pie de página: Me pregunto cuanto tiempo durará este blog.

domingo, 6 de junio de 2010

Escritos de Fuego N° 7: ¿BAILAMOS? (post – 39)

(DIARIO SOKUSEKI)


Era de noche, yo, seis años menor de lo que soy ahora conversaba de algo sin importancia con alguno de mis amigos del salón, una de esas platicas en las que debes dar la apariencia de estar pasándola genial para que nadie note el hecho de que va más de dos horas de empezada la fiesta y tu no conoces siquiera si rechinan tus zapatos en la pista de baile. No es que nunca me haya gustado bailar, de hecho me dicen que de pequeño solía divertirme mucho en las fiestas moviendo delirante y acompasadamente mis extremidades con atisbos de destreza, pero supongo que todo cambio cuando dejo de gustarme la musica que los demás adoptaron como “bailable” así que poco a poco me fui apartando hasta esa noche en la que actuaba mis risas para que las chicas supieran que la estaba pasando bien con mis patas y que no me apetecía menear mis desaceitadas articulaciones al ritmo de una de esas canciones que estaban de moda.


Todo ya terminaba, algunas de mis amigas y compañeros ya se habían ido así que el local lucía oscuro dándole un aura romántica y abandonada, un gran amigo mío, cuya invitación a celebrar su cumpleaños no puede rechazar sin prever en la serie de predicamentos que tendría que eludir, estaba bailando con la chica que siempre le gustaba aprovechando el ambiente que había jugado coquetamente a su favor, siendo más de las doce el único amigo que quedaba de mi parapeto se escabullo a la terraza a tomar aire y súbitamente me encontré a mi mismo solo, a merced de cualquiera de mis restantes amigas que no dudarían en insistir una pieza conmigo si se acercaban lo suficiente, quise apostar mi seguridad a su falta de sueño y al dolor en sus pies para reafirmarme de que no se arrimarían a mis costas pero en un intento descuidado para preservar mi bienestar cruce la pista de baile para agazaparme por unos minutos en el vestíbulo, fue ahí cuando sentí la suavidad de una pequeña mano en la mía y una voz achillada por el frió y por el ruido que llegó cerca a mi oído diciendo ¿Bailamos?


¡Carajo! Pensé, como pude arruinar toda mi empresa en un par de segundos, cruzar la pista de baile fue como poner a un conejo a punto de mira en temporada de caza, gire discretamente y la mire, era Eliza. Me sorprendió un momento verla ahí tomando mi mano, ella que siempre bromeaba de mis cosas y que buscaba nuevas entonaciones a mi nombre y aunque nunca me molestaba que lo hacia me intrigaba su forma de ser y la poca vergüenza que tenia para burlarse de si misma imitando sonidos de animales o cosas. Intente salir del impase diciéndole que no sabía bailar (que es mejor que decirle “no me gusta la música que tu bailas”) pero ella insistió diciendo “No te preocupes yo te enseño” tirándome del brazo hacia el centro de la pista que ahora me parecía inmensa pues en ella solo estaban el cumpleañero que aún bailaba con mi amiga y ahora yo y Eliza. La música cambio a una salsa tranquila y pensé “Bueno por lo menos no es merengue” yo estaba completamente nervioso y avergonzado tanto por estar ahí con ella como por verla tratar de romper el cemento que tenía (y aún tengo en cierta medida) en los zapatos y desempolvar mis engranajes dancísticos, sin embargo ella fue muy dulce.


Me dijo -“Es sencillo solo te mueves contando 1, 2, 3 y 1, 2, 3 hasta que agarres el ritmo…”- y yo conteste -“Eh, no soy bueno con las matemáticas”- sintiéndome muy estúpido un segundo después de haberlo dicho pero ella sonrió y replico –“pero pon tu mano aquí…”- y calzó mi mano en su cintura y yo por poco me detengo, por poco la piso, no entendía que pasaba pero estaba más nervioso y avergonzado que antes volteé a un lado para no verla y me tope con la sonrisa pendeja del cumpleañero que me mostraba los dientes como señal de orgullo. Pretendí no hacerle caso y regresé a mirarla, ella que ahora se dedicaba a bailar y ha tomarme del hombro permanecía callada mientras que yo me esforzaba al máximo para no hacerla quedar mal frente a esos pocos que aún estaban y nos miraban. Permanecí callado un buen rato hasta que finalmente dije – “No pensé que durara tanto esta canción, ya me estoy cansando…”- Eliza inclinó la cabeza y mirándome con esos ojos chinitos respondió –“Si es que las canciones de este grupo duran mucho…” – yo solo atiné a asentir y a ensayar una de mis primeras sonrisas tontas mientras le di una vuelta al compás de la música para que no se percatara de que había perdido el ritmo y mientras yo retomaba el 1, 2, 3 volvimos a quedarnos en silencio ella bailando y yo tomándola de la cintura, una cintura dibujada cuya calidez quemaba en mis manos y me hacia más torpe de lo que ya era en ese momento. Preocupado por mis engarrotadas piernas, mi colorado rostro y mis acaloradas manos volví a quedarme en silencio, mucho silencio hubo hasta que ella dijo – “Ya me canse” – y me soltó el hombro y yo me aleje humeante de su cintura viéndola irse entre las sillas y preguntándome (a pesar de que lo dije muchas veces) por qué no me sentía cansado.


Nunca hable mucho con Eliza ni antes ni después de aquel baile, nunca le pregunté por qué bailo conmigo, por qué le gustaba jugar con mi nombre, por qué a veces me daba esa sensación extraña cuando se acercaba. Al año siguiente ella se cambio de colegio y volví a verla tan solo un par de veces y aún ahora solo por fotos, fotos que despiertan en mi un cariño inusitado… Que interesante es lo intrigante que llegan a ser algunas personas en tu vida, aquellas que te dejan con una duda, con un enigma, con una pregunta… ¿Bailamos?


Nota a pie de página 1: Si, si ultimamente estoy posteando muy tarde, perdonenme eso.


Nota a pie de página 2: Por ser semana de aniversario el prox. post sera el viernes 11 de junio. ¡Primer año!