Es tomar un par de cigarrillos y fumarlos en la azotea
comprimiendo la pena, dejándola salir del cuerpo coloreada de blanco viendo
como me estalla en el rostro. Ninguna bocanada carece de sentido, amor. Tan solo
el aire que cambia de color puede llevar a ti mis buenos deseos esos que por no
molestar no te los digo. Lo que hago por ti… es desaparecer. Mantenerme a distancia.
Es por eso que al ver tus fotos no te escribo, aunque me
guste verte feliz sería incomodo hacértelo saber, podrías malinterpretar lo que
ya está malentendido y sabe Dios a dónde nos llevaría todo eso. Lo que hago por
ti es no hacer nada. Es seguir mi camino en una diferente dirección,
preocuparme por ti sin que te enteres, es ayudarte haciéndote creer que no fui
yo, lo que hago por ti es no hacerme notar. No confundirte… Apaciguar mis
sentimientos hasta el punto de sentirlos tranquilos. Ya no emocionarme por ti.
Es seguir deshaciendo lazos que ya llevas desatados. No ser
parte de tu vida. Alterar mi memoria para no creer que haya asuntos pendientes.
Deshacerme de todo lo tuyo en el cuarto. No hablarle a una parte de mí. Es
cambiar de peinado, de vestido, de mi forma de vivir. Es pensar en ti solo
cuando estoy tomando para no recordarte a la mañana siguiente, para que el
dolor de cabeza detenga la depresión.
Es hacerle el amor a otra persona, ilusionarme de alguien
más. Es creer que es mejor. Lo que hago yo por ti es olvidarte aunque no sepa
por qué, es avanzar aunque no vea a dónde, es cambiar aunque no quiera hacerlo.
Lo que yo hago por ti es no decirme lo mucho que aún me
afecta tu partida y lo poco de sentimientos que me quedan…
Es estar feliz, como si tú no me faltaras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario