miércoles, 23 de septiembre de 2009

Escritos de fuego N° 2: AURA EN EL SILENCIO (post – 12)


Dos palabras “me gustas” o “te extraño”, sencillas, fácil de pronunciar, fácil de escribir… pero ¿fácil de decir?...

Aura fue y es aún muy especial para mi como lo fue para aquel chiquillo tonto que se sentaba a su lado a ensayar cuanta palabra se le venia a la mente tratando de que sonara bonito cuando a oídos de ambos no parecían más que cursilerías sin sentido y torpes frases venidas de un aturdido respirar. Ahora ese chiquillo es un joven caminante y de tonto solo le quedan las recurrentes ganas de jugar a serlo, las palabras en su mente ahora vienen también del corazón y sus frases son ahora frases bonitas, elegantes, cursis y torpes por entero. Pero a aquel chiquillo que sonreía en tu sonrisa y a este joven que al andar te recuerda les importas por igual… no, miento, ahora me importas más.

¿Por qué? Madurez tal vez, días, tiempo, personas, todas esas cosas que encuentras a un lado del camino y que te hacen pensar, que te hacen saber y decir “Mierda, no volveré a encontrar a alguien como tú” Antes, hace mucho tiempo ya, te veía todos lo días conversábamos mucho y bromeábamos aún más, bromeabas conmigo, bromeabas de mi, me sacabas de quicio, te comías mi comida y te tomabas mi agua (corrección, me robabas mi agua) y te quedabas ahí, esperando a que reaccionara y yo como todo un caballero te perseguía furiosamente por todo el lugar queriendo ahorcarte (cariñosamente claro) que tonto que de todo el tiempo que pudimos conocernos solo utilizáramos la mitad (ambos éramos cohibidos orgullosos) y que increíble que en tan poco tiempo hayamos compartido tanto, con una noche, con varias tardes. La primera noche, para un aprendiz como lo era yo fue un gran desafío aquella noche… la llamada, tus palabras, tus lágrimas, mi final, tu mirada.

Bajo la luz de esa escalera y tu espera frente a tu puerta creí hacer lo correcto y hoy, 4 años después, aún no sé si fue lo mejor; lo único que entendía ese momento era que regresaba a casa sorprendido, emocionado (¿atraído?) con un deseo perdido entre las manos, una promesa que nunca cumplirías y yo nunca reclamaría y ni un solo sol en el bolsillo… --“... Pequeño aprendiz, aquel día aprendiste a caminar, aprendiste a conservar un recuerdo, aprendiste a cautivar y a ser cautivado y a sentir la vida como era, y era dulce, y era triste e irrepetible.”-- Aura caminé sobre la luna desde entonces y no te diré que fue fácil dormir aquella noche.

Pero dormir o descansar era algo que hacia y hago poco, aunque igual me las arreglaba para llegar tarde, tu viviendo aún más cerca te empeñabas mucho más que yo y allí nos encontrábamos, listos para hacer renegar al auxiliar y para derramar mi osadía y tu picardía sobre el campo en unas cuantas vueltas, vueltas que daba mi mente cada vez que hallábamos mas cosas en común; como esa vez en plena exposición, yo murmuraba las palabras que decías como si fuera tu apuntador personal y de vez en cuando volteabas la mirada mandando esa pregunta “¿si, voy bien, así era?” Yo asentía “si, vas bien” claro hasta que una palabra despistada se perdió entre tus labios, me miraste y yo la rescate con un susurro “estamentos” “Sí, aja…” me respondiste en voz alta mientras todos alrededor no entendían de donde había venido eso y porqué tu y yo no parábamos de reír.

Quizás dirás “¿Por qué me escribe todo esto ahora?”… ¿por qué? en verdad, ayer recordé el tiempo en que te conocí... y todas esas agradables emociones de aquel entonces y como las pocas veces que hemos chocado después, me ha quedado la desazón de un saludo asustado, de un beso improvisado y un abrazo inexistente; el sinsabor de pocas y torpes palabras y de una tonta ayuda que me atemoriza al revelarse como lo único que podría darte, caprichoso destino el que pelea conmigo y parece acobardarse a mis reclamos, a mis deseos, como ahora, contigo. Distinto y esquivo.

Mas te extraño y extraño la inadvertida posibilidad que tenia ese chiquillo aprendiz de mirarte a los ojos y poder decir: “Cuéntame de ti, te gustaría tomar un café conmigo, quisiera escucharte…”


Nota a pie página 1: Intentándolo de nuevo aqui les dejo la nueva dirección de blog www.anhelanteazul.blogspot.com nombre que entrara dentro de 2 semanas (7 de Otubre) espero que este si atraque.

Nota a pie de página 2: Ante las recriminadas e insistentes preguntas que recibí estos dias sobre el post que nunca pareció la semana pasada haré la aclaración (sobandome los pellizcos y empujones) que yo nunca posteo la 3ra. semana de cada mes (por eso son solo 3 por mes) asi que esos días pueden descansar de este blog cojonudo y transtornado a comodidad y sin problemas. (listo, preguntas contestadas)

Imagen (de este y otros posts): Revista Artzmania (http://www.artzmania.com/) y Bak Magazine (http://www.bakdergisi.com/) (((listo el cherry)))

3 comentarios:

Unknown dijo...

Si, y se van haciendo especiales (aun mas), entre el silencio, y entre su propia ausencia, es impresionante la manera, en que aun sin estar a nuestro lado, ellas siguen estando con nosotros. Entonces poco a poco vamos entendiendo porque hacemos lo que hacemos y porque somos lo que somos, porque sin duda aquel recuerdo insomne, es una de aquellas pequeñas cosas que nos impulsan a ser tan distintos... simplemente nosotros.

XeILita dijo...

emociones, mi corazon late rapidamente sensaciones que no se explicar pero se porque me senti asi. me encanto
quiza porque recuerdo y busco no en el pasado si no en mi futuro
qel futuro es el resultado de mi presente
ama tu presente
uhm
que es de ti=?????cuentame!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Ysabel dijo...

definitivamente eres la persona más asaltada que conozco,... y bueno parece que he sido yo una de tus tantas asaltantes, espero que lo que escribas enserio lo vivas por que trasmiten mucho (de lo que no llego a ver de ti ... tal vez, no lo sé) en fin espero que más adelante dejes de arruinar las ocaciones con tonterias que por ningun lugar se deben dar, cuidate.